Juan Santana, de 25 años, relata lo vivido tras picadura de araña marrón en Mao
Juan Santana, residente en Mao (Valverde), es un camionero que fue picado por una araña marrón mientras dormía. Los primeros tres días se automedicó con un ungüento para calmar el dolor, pero al ver que este no cedía fue al hospital Luis L. Bogaert para tratarse.
Se fue a casa con un calmante que le dieron, pero el dolor no paraba. Volvió al centro de salud pública dos veces más, sin aun saber lo que le había picado, pero lo mandaron nuevamente a su hogar. “Ahí nunca me pusieron la mano en el dedo”. Esto lo ha vivido desde principios de agosto.
Se levantaba de madrugada, cuenta a reporteros de este diario, para que se le fuera el dolor, porque como baja la temperatura, se le calmaba.
“Cuando yo salía en la madrugada al frente, en la galería, con el frío se me aguantaba el dolor”, cuenta el joven de 25 años de edad.
Luego, decidió ir a la clínica San Judas Tadeo, en Mao (Línea Noroeste), donde fue atendido por un cirujano. Ahí se enteró de que fue picado por la araña y que su caso no era el único.
“El cirujano me vio el dedo y me mandó de una vez a poner unos medicamentos inyectados, y me mandó a hacer análisis de una vez. Lo que él me mandó a inyectar fue para la infección”, narra el hombre a este diario.
Dentro de los análisis de laboratorio, el especialista le indicó a Santana hemograma, examen de orina, glucosa, tiempo de coagulación, hemoglobina, entre otros.
“Había algunos casos allá (en la clínica) por el mismo asunto de la araña y la misma forma que yo tenía en el dedo era de las personas que estaban allá, entonces él me dijo que eso viene de una ‘picá’ de una araña. Él se dio cuenta fue en la pudrición del dedo”, relató el hombre a este diario.
Las personas que Juan vio en la clínica estaban peor que él, por las quejas de dolor que expresaban.
El calvario de Juan aun no termina. Tras durar 10 días ingresado en la clínica, sigue tratándose con medicamentos en su casa (con una crema e inyecciones). Luego de la picadura ha tomado mayores precauciones, su casa completamente, incluyendo el patio, porque no quiere que esa araña lo vuelva a picar porque “lo que ha sentido han sido unos dolores terribles”.
Versión de Salud Pública
El Ministerio de Salud Pública dijo al final de la tarde de este sábado que no tiene registro de casos de la araña marrón.
«Tanto el Centro de Prevención y Control de Enfermedades Transmitidas por Vectores y Zoonosis (Cecovez), y la Dirección General de Epidemiologia (Digepi), se mantienen en vigilancia permanente en todo el territorio nacional, y hasta este momento no poseen reportes de casos que alteren las alarmas correspondientes; y no tienen registro de paciente afectado por mordeduras de arañas», dice SP en una nota de prensa.
Listín Diario publicó, de acuerdo a una fuente médica, que solo un médico en la Línea Noroeste ha atendido a 15 pacientes en una clínica.
La araña marrón brasileña, según la fuente, habría llegado al país en un cargamento por el puerto de Manzanillo, en Monte Cristi.
Al igual que el caso de Juan, este diario particularmente relató la historia de Juan Ramírez Rodríguez, de 62 años edad, quien esperó dos semanas para ir al médico y tuvo dolor en el cuerpo y fiebre.
Los síntomas de la araña marrón
Es poco frecuente ver a la araña reclusa cuando pica, porque la picadura no duele. La mayoría de las picaduras ocurren mientras la persona está durmiendo, como le sucedió a Juan Santana.
Las reacciones a una picadura son variadas. Pueden ser desde una leve irritación en el sitio de la picadura a un envenenamiento potencialmente mortal.
De acuerdo con una fuente médica, los síntomas empiezan con enrojecimiento e hinchazón de la zona afectada hasta que el paciente va perdiendo la coloración y se va tornando azul oscura, morada y luego negra (Necrótica).
Los síntomas pueden incluir escalofríos, picazón, fiebre, náuseas y convulsiones. Como la mordedura de la araña pasa inadvertida, el paciente se descuida y recurre a la automedicación, utilizando ungüentos, antibióticos o antiinflamatorios.